Casi todos los responsables y directivos de bodegas se enfrentan al mismo problema, diferenciar y promocionar sus vinos, conseguir que el consumidor les vea, les conozca y les elija entre los cientos de miles de marcas que hay en el mercado.
Pero para diferenciarse lo primero que necesitan las bodegas es hacer las cosas de forma diferente, definir estrategias de negocio novedosas, ser originales en su mensaje de comunicación, explorar nuevos caminos…
Es entonces cuando te encuentras de frente con el primer problema, uno de los principales frenos que te impiden pasar a la acción para diferenciar tus vinos en el mercado y conseguir tener una marca reconocida y demandada, con tu peor enemigo.
Piénsalo unos segundos. ¿Cuál crees que es tu primer problema? ¿Cuál es tu peor enemigo?…
………………………, ¿lo tienes?
No, tu peor enemigo no son las marcas competidoras.
Tu peor enemigo tampoco es la falta de cultura vinícola del consumidor.
Tu principal problema no es la falta de tiempo, ni la falta de dinero para invertir en marketing, ni siquiera tu falta de visión empresarial o de formación en marketing o ventas.
Todo esto se puede solucionar si identificas, dominas y controlas a tu peor enemigo.
Tu peor enemigo está dentro de ti, en tu cabeza. Es tu crítico interno.
Todos tenemos un crítico interno que disfrazado de pensamiento racional y lógico trata de protegernos frenándonos e intentando impedir por todos los medios que salgamos de nuestra zona de confort y probemos a hacer cosas que nunca hemos hecho antes.
Tu crítico interno te llena de miedos, incertidumbres, inseguridades, fatalismos, sentimientos de culpa, críticas… distorsiona la realidad para que no te muevas, no tomes decisiones, no actúes, y lo hace de una forma muy inteligente para que tú creas que esa es la opción correcta.
¿Cómo hacer frente al primer problema de tu bodega para promocionar sus vinos?
Nuestro crítico interno siempre va a estar con nosotros, no es posible echarlo de nuestra cabeza ni escapar de él.
Lo que sí podemos hacer es mantenerlo bajo control y no dejarle que nos convierta en personas estáticas e ineficaces que no luchan por prosperar, por vivir mejor y por conseguir sus sueños.
Paso 1. Si no sabías que tienes un crítico interno dentro de ti, ya has dado un primer paso importante.
Saber que muchos de tus problemas, miedos e inseguridades no son reales sino que solo están dentro de tu cabeza y son generados por tu crítico interno para “protegerte” de perseguir tus sueños y objetivos te ayudará a hacerle frente.
Paso 2. Aprende a oír e identificar a tu crítico interno, pero sin dejar que tome las riendas de tu negocio y de tu vida.
Conseguir esto no es tan sencillo, requiere intención, esfuerzo y práctica.
Es normal que no logres dominar siempre a tu crítico interno. Algunas veces no lo identificarás y creerás que los miedos o barreras que te muestra son reales.
Otras veces tendrás un mal día, estarás más negativo y cederás hacia la opción conservadora dejando que tu crítico interno gane.
Paso 3. Actúa y toma decisiones como si tuvieras la garantía de que va a funcionar.
Imagínate que pudieras adelantarte al futuro y ver que gracias a llevar a cabo una estrategia de marketing osada y diferenciadora, tu bodega y tus vinos han alcanzado el éxito y los has llevado hasta donde querías.
Por ejemplo, imagínate que tu marca es la favorita de tu consumidor ideal y los distribuidores se pegan por hacerse con tus vinos, por lo que antes de la vendimia ya tienes todo el vino vendido.
Este es el escenario en el que necesitas situar tu mente para tomar decisiones valientes e ir en busca de tus anhelos y sueños profesionales y personales haciendo frente a tu crítico interno.
Porque nunca lo olvides, jamás conseguirás nada nuevo haciendo lo mismo de siempre, que es lo que pretende tu crítico interno.
Tu bodega está en tus manos
No suelo hablar sobre mindset o mentalidad de crecimiento en mi blog, de hecho, es un tema que yo misma estoy incorporando en mi negocio y en mi vida últimamente porque creo que ayuda a establecer unas buenas bases para conseguir tus sueños y anhelos y, en definitiva, sentirte más feliz.
Lo cierto es que con este artículo intento que afrontes tus problemas sin pensar que la solución no depende de ti, o que tú o tu bodega no sois capaces de conseguir lo que realmente te gustaría.
Me encuentro a menudo con personas que tienen entre manos proyectos vinícolas realmente interesantes y, sin embargo, tienen una barrera mental que les impide dar a conocer sus vinos.
Cultivar el viñedo, elaborar vino y gestionar una bodega tiene sus complicaciones pero más o menos lo tienen controlado y se sienten cómodos y seguros en ello.
Sin embargo, pensar que tienen que llevar a cabo acciones de marketing y comunicación para que la gente pueda conocer su proyecto y pedir sus vinos en los restaurantes les abruma y les bloquea. Sienten que eso no es lo suyo.
Así que, prefieren quedarse esperando a que quizás algún día no haga falta el marketing y sus vinos se vendan solos.
Siento decirte que esto no pasará.
Así que, necesitas ganarle la batalla a tu peor enemigo, el crítico interno que está dentro de ti mismo.
Lo bueno es que no estás solo.
Si quieres empezar a actuar y a tomar decisiones para conseguir los objetivos de tu negocio vinícola, solicita mi sesión de diagnóstico gratuita y te ayudaré a analizar en qué situación se encuentra tu bodega y ver qué pasos necesitas dar.
¿Sabes qué acciones de marketing vas a llevar a cabo, cómo y cuándo para vender más y mejor tus vinos en los próximos meses?
Vamos a definir juntos el plan de marketing que necesitas para afrontar con éxito los próximos 12 meses. ¿Te apuntas? Es totalmente GRATIS

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5 comentarios
Gracias Eva!!! Tus palabras me dan fuerza!!!
Gracias Eva, le daremos una vuelta jjjj.
Es verdad que las bodegas deben invertir en marketing pero no es menos verdad que tienen que tener gente en la calle formada para poder acometer un trabajo tan dificultoso por otra parte me dá la impresión de que tienes poco conocimiento de la distribución o la respetas poco,te cuento el distribuidor se empieza a cansar de que no se respete su fidelidad a la bodega,el trabajo de posicionar el vino en el mercado,tarifas desiguales para unos y otros,unos reciben publicidad y otros no,interferencias en zonas que corresponden a otro distribuidor con el consentimiento de la bodega que mira para otro lado…en fin papel mojado.Esto lo están convirtiendo en una selva dónde los mercenarios sacan beneficio a costa del distribuidor tradicional que lleva defendiendo las marcas en la calle durante años y para acabar el consumidor no tiene la culpa de que este sector del vino esté tan atomizado a no ser que piensen que la gente se tenga que lavar la cara o ducharse cón vino.
Un salúdo.
Hola Cándido, me encanta tenerte por aquí de nuevo y que nos aportes tu punto de vista como distribuidor.
Conozco la distribución, especialmente en el canal HORECA, ya que hace algunos años trabajaba directamente apoyando a los comerciales cuando visitaban a los clientes. Mi objetivo era enseñar, tanto a unos como a otros, cómo mostrar, ofrecer y vender el producto al consumidor final, en concreto cuando se trataba de productos de gama media y alta.
Lo cierto es que considero que la labor del distribuidor es muy importante ya que es la principal forma que tienen las bodegas de llevar sus vinos hasta el consumidor final.
Respecto a la formación y el papel del distribuidor y la bodega a la hora de vender vino, creo que el distribuidor debe preocuparse de formar a sus comerciales para que no se limiten a repartir sino que sepan vender mientras que la bodega debe ocuparse de elaborar buenos vinos y crear una marca reconocida para que los distribuidores quieran llevarla en su cartera de productos porque ganáis dinero con ella.
Es decir, no creo que el distribuidor deba encargarse de dar a conocer la marca de vino de una bodega, aunque sí debe apoyar la estrategia de marketing de la bodega.
Igual que no creo que la bodega deba ocuparse de acompañar a los comerciales del distribuidor para que se acuerden de vender sus vinos, aunque sí debe mantenerse vinculado con el distribuidor para ayudarles a conocer mejor sus vinos y a resolver cualquier problema que os surja en su comercialización.
Por otra parte, en el día a día pueden surgir muchos conflictos como los que comentas pero creo que si las bodegas y los distribuidores sois profesionales y hay una relación win-win, encontraréis formas de resolver estos conflictos. Si no es así, lo mejor que pueden hacer tanto el distribuidor como la bodega es dejar de trabajar juntos. ¿No crees?
Un abrazo muy grande. Eva.
Hola Eva
Por eso mismo como hay una total falta de profesionalidad por ambas partes la cosa vá viento en popa y eso de dejar de trabajar juntos está muy bien para escribir hacerlo ya es otra cosa o crees que la gente cambia de vinos como cambia de ropa?poner a funcionar una marca en una zona lleva tiempo y cuesta dinero para que lo aprovechen otros con la ley del minimo esfuerzo.LLevo descargado muchas cajas,bebido muchos vinos,ayuda de amigos y familia,aguantado pufos y en mi tierra llueve mucho y también me mojo,para tener que estar empezando cada 2×3 a tener que pelearcon vinos nuevos en el mercado,lo siento no vamos en la misma sintonía.
Un salúdo y mucha suerte.